"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Texto: Marcos 1.17 "Venid en pos de mi..."
Seguir a Jesús, a lo largo de la vida, presupone recorrer un camino. Un camino en el que no vamos solos porque Jesús va delante. Ir en pos de Jesús es no perderle de vista. Cuidarnos de las comodidades de la vida, de aquellos negocios que nos enredan y nos distancian del Reino de Dios. Es identificar, cada día, al Jesús encarnado que nos dio pautas de vida, de comportamientos, prioridades, estilos de relación con el prójimo y de servicio. Ese es el Jesús que se hizo ejemplo y modelo. Ejemplo porque vivió, Jesús histórico, modelo porque resucitó, Jesús glorificado. El uno y el otro no están desligado. Nosotros/nosotras tampoco nos podemos desligar de dónde vivimos y en dónde viviremos eternamente. Jesús siempre va delante A veces, por causa de la religiosidad, puede que perdamos de vista la figura de Jesús. Podríamos estar alabando, orando y haciendo genuflexiones y estar fuera del Camino. La comodidad en las cuatro paredes del templo nos puede detener. Puede hacer que nos olvidemos de las palabras del mismo Jesús, "Venid en pos de mí...". Con Jesús y sus seguimientos siempre hay que estar dispuestos a dejar comodidades, aguantar las asperezas del camino y tener las manos siempre listas para el servicio. Ser los pies de Jesús, llevando el Evangelio, es nuestro deber, por aquellos lugares en que reina el conflicto para que reine su amor. Ser esa voz que anuncie y denuncie. Ver las injusticias, las opresiones, marginación, la exclusión social, desigual reparto de bienes y acumulación desmedida de riqueza de algunos, y no denunciar es perder de vista a Jesús. Es ante dichas acciones que gritamos como el profeta, "a voz en cuello", "como trompeta", para denunciar la injusticia y la rebelión. Ir en pos de Jesús es estar atentos/atentas a sus señales y no perder su rastro. ¡No lo pierdas! ¡Síguele! ¿Vas en pos de Jesús? Por favor no lo pierdas de vista. Oremos: Señor, Jesús. Un día te respondí porque sabía que ir en pos de ti me daría fuerzas para caminar. Que en este día cada uno de los que volvemos a mirar tus palabras, "venid en pos de mi..." no olvidemos que siempre vas delante. Ayúdanos a identificar si nuestra genuflexión es vana. Incita en nosotros/nosotras la búsqueda constante de tu Reino. En tus manos y en tu nombre, siempre queremos ir en pos de ti, Amén. Basado en el libro de: Simarrro Fernández, Juan. Jesús, Evangelio de Dios a los pobres, Cristología para el camino. Barcelona, España: Editorial CLIE, 2004.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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