"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Génesis 41.38-40 Cualquier incidente puede destruir la vida de una persona. El copero y el panadero del faraón estaban en la cárcel por alguna razón. Sus sueños eran confusos y turbadores. Cuando le cuentan sus sueños a José, se sorprendieron al descubrir que José tuvo la capacidad de interpretarlos. El sueño del panadero tuvo un fin adverso, pero el copero tuvo uno favorable. Entonces José imploró al copero que lo recordara una vez su posición ante faraón fuera restituida. El copero se olvidó de la promesa y José continuó en la cárcel.
¿Se imagina a José en la cárcel escuchando que el copero le servía al Rey? ¿Dios dónde estás? Sabemos que José fue injustamente preso. José pudo quitar su mirada de Dios, pero no fue así sino que continuó afirmando su fe, aun en la cárcel. José no sabía nada del futuro. José se abandonó en los brazos de quien le dio la vida. Fueron años, de aparente soledad, pero llegaría el momento ver que Dios no le había olvidado. Vean todo lo que ocurrió. El sueño de Faraón nadie lo pudo interpretar, solo José, los años de hambruna nadie lo pudo descifrar, solo José, el papel de administrador o supervisor y la distribución de trigo fue algo imprevisto para José. Esa tarea salvaría a Egipto de la tragedia y la hambruna. Esto llevaría a que José se reencontrara con su hermanos y su padre y eso lo hace Dios. José tuvo que tomar una decisión: "Confiar o quitarse". ¿Cuál es tu caso? El copero, el panadero, tus hermanos, tu padre, tu madre, tus compañeros te pueden abandonar, pero Dios no te olvida. Dios cuida a los suyos, Dios es fortaleza en medio de la angustia, Dios con todo te recogerá. ¡Bendito el Señor! Espera el tiempo de Dios y verás que lo que Dios tiene es mejor en su tiempo que en el nuestro. José hubiese salido antes y todo saldría bien, pero solo para José. Dios permitió que todo sucediera para que el alcance de la victoria fuera liberador, salvador y reconciliador. 1. Liberó a José de la cárcel 2. Salvó a Egipto de la Hambruna 3. Reconcilió a José con todos sus hermanos Al ver esto el faraón dijo: "¿hallaremos a otro en quien esté el espíritu de Dios?" También le dijo: "no hay sabio ni entendido como tú". Las obras de Dios impactan hasta los más altos gobernantes y no cesaremos de decirle a Dios gracias porque tú no abandonas a tu pueblo. Aunque estamos pasando por momentos de mucha dificultad económica no debemos olvidar que Dios es más que la situación, es más que los líderes político, Dios es el creador de todas las cosas. Confiemos que todo esto terminará y que así como no olvidó a José no te olvidará a ti ni a mí, ni a nuestra Patria. Nuestro mundo necesita saber que Dios nunca nos abandona. Oremos: Señor y Dios de toda fidelidad. José ha servido de ejemplo para mirar con alegría la esperanza. Muchos quedaron sin trabajo, sin sustento, pero confiamos en que aquello que parece inmanejable tú lo manejarás y harás. Mira a tu pueblo porque yo sé que tú no abandonas a nadie. Confiaremos y creeremos aunque no veamos nada. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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