"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos nosotros también consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios” ( 2 Corintios 1.3-4). El corazón que afirma y vive la misericordia va más allá de lo que puede decir. Contar con Dios nos posibilita con amor y misericordia porque es Dios mismos amor y misericordia. Cuando actuamos con misericordia vamos más allá de la palmada. Perder la capacidad de consolar es hacerse insensible, es endurecer el corazón y es ignorar la vida. La misericordia no actúa desde lo que nos sobra sino dándole ojos al corazón, a las manos, a los pies para que podamos ver y con ello movernos a la carencia, ya sea emocional, espiritual, física, económica, etc. Cuando aliviamos, hasta con las palabras, el dolor, la angustia, etc., ya estamos en plena misericordia y consuelo. Ello hará que la Misericordia se torne salvación y esperanza. Una acción de consuelo permite que se experimente la vida. Los azotes y los vientos siempre provocan tribulación pero cuando nos llegan sin saberlo desembocan en desconsuelo y tristeza. Allí nuestra tribulación puede ser más pequeña que la del otro. Nos unimos al dolor de quienes han perdido un ser querido y nos expresamos con repudio a todo acto terrorista. Jesús no se alegró del dolor de nadie sino que lo combatió. Sí enfrentó a los religiosos y políticos de la época con agendas de poder pero jamás dejó su misión salvífica. Hoy muchos lugares han sufrido atentados y muchas son las muertes que ocurren. NO se trata de si es un acto de odio o de género. Estamos hablando de que son humanos. Vidas que independientemente de sus conductas Cristo murió por todos los humanos. Hermanos y Hermanas lo que estamos viendo en el mundo son atentados con un objetivo específico. Seamos racionales sobre ello y no vuelquemos estos aspectos, de vida, bajo la lupa de agendas políticas partidistas. No se trata de asuntos menores sino de vidas que mueren sin razón alguna. Hoy cientos de personas sufren y están desconsoladas por la pérdida a causa de un atentado. No queremos un mundo donde la gente muera en masas sino un mundo en el que las culturas, las religiones, las políticas puedan ser capaces de afirmar nuestro lema: "en lo esencial unidad, en lo no esencial tolerancia y en todo amor". No seamos insensibles y no olvidemos el propósito por el que Cristo dio su vida. Jesús también conoce de atentados porque eso fue lo que hicieron con él. Jesús sabe de agendas políticas y partidistas porque fueron esos los que lo persiguieron. Jesús actuó con misericordia desde el momento en que llegó a esta tierra y extendió los brazos para todos y todas. Hoy, una familia nuestra sufre la pérdida de un ser querido en el atentado de Orlando y como pastor que predica a Cristo me uno a ese dolor y nos hacemos solidarios desde la oración consoladora. Sepa la familia afectada que nuestra iglesia no le pasará juicio a procesos que solo le corresponden a Dios y que nuestra oración de fortaleza es con ustedes. Reflexionemos desde el dolor del otro/otra y vivamos el evangelio de la solidaridad y la misericordia. Oremos: Dios bueno. Nos afirmamos en ti porque tú eres Dios de consuelo y misericordia. Nuestro mundo convulsa por la violencia, el odio, el celo enfermizo y las agendas de poder, religiosas como económicas. Solo te suplico que tengas misericordia y seas consuelo a las familias afectadas, desde Occidente hasta Oriente desde el Polo Norte hasta el Polo Sur. Dios, no nos dejes caer en tales carderas de insensibilidad. No podemos seguir diciendo que eres nuestro Dios y actuando sin misericordia. Nuestras diversas posiciones no pueden ser más grandes que el valor humano. Perdona las veces que ofendemos al que difiere y le endemoniamos con palabras religiosas. Perdona si promovemos agendas de condenación. Las familias en Orlando y las que siguen viviendo atentados están en tus manos. Dios solo te pido que nos ayudes como pueblo a vivir desde la paz y la solidaridad. Irrumpe en nuestros tiempos y guíanos a toda verdad. En el nombre de Jesús consuela y abriga en medio de este valle de sombras, AMÉN. Dedicado a la familia Nieves de nuestra congregación en Guaraguao Abajo. Dios sea su fortaleza en tiempos de angustia. Les ama su pastor.
1 Comment
Ana Rosa Nieves
14/6/2016 05:31:37 pm
Gracias Amado pastor por esas palabras tan hermosas, de consuelo y fortaleza. Dios le bendiga. Es para nosotros un honor contar con usted como nuestro pastor.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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