"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Salmo 146 Nuestra vida debe ser una de alabanza continua. Tenemos tantas razones para abrir nuestra boca delante de Dios. Es por ello que la expresión del salmista es "cantaré salmos a mi Dios mientras viva". Lo que provoca que pueda levantar mi alabanza, mi adoración y mi voz delante de Dios es la confianza que tengo en él. Le canto porque mi confianza está en él. No confío en príncipes, es decir, en líderes políticos, quienes creen que dirigen los pueblos, cuando se olvidan de Dios. Tu confianza no puede estar en los seres humanos, en tus capacidades, en lo que sabes, en lo que haces, etc. Todo ello es consecuencia del amor incondicional de Dios. Si te levantas es porque Dios ha derramado su misericordia sobre ti. Todo es transitorio y cual pensamos, de la misma forma, perecemos. Lo que nos hace bienaventurado es que Dios es nuestra ayuda. La grandeza de Dios provoca mi alabanza:
1. Hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay. 2. Que guarda verdad para siempre. 3. Que hace justicia a los maltratados. 4. Que da pan a los hambrientos. 5. Que liberta a los cautivos. 6. Que abre los ojos a los ciegos. 7. Que levanta los caídos. 8. Que ama a los justos. 9. Que guarda a los extranjeros 10. Que sostiene al huérfano y a la vida sostiene. Oremos: Señor y Dios te alabo porque eres grande, te alabo porque no olvidas a los tuyos. Tú reinas para siempre y te alabaré de generación en generación. Cúbreme y guárdame en todo tiempo. Te alabo y no te olvido porque tú no me olvidas. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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