"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
El fundamento del creyente es recibir el amor de Dios sin condiciones. No tienes que hacer cosas para que Dios te acepte. Somos aceptados tal cual somos por Dios. Nuestras obras y acciones deben responder al amor que Dios nos tiene y no ser un intento por ganarnos su favor. Quien sabe hallarse en Cristo también sabe que debe hallarse en los demás, es decir, en el prójimo. Romanos 15,7 "Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios". Hermano y hermana, es posible que en muchos lugares usted luche por ser aceptado. Eso lo hacen los niños, los jóvenes, los mismos adultos, pero en Cristo no es así, ya su amor te aceptó. No vivimos, de manera, independiente, los unos de los otros, sino, en aceptación. Tú eres especial para Dios; eres importante; eres un ser a imagen y semejanza de Dios y nadie tiene derecho a rechazarte. Acércate a quienes han entendido que si Dios nos recibió, también nosotros recibimos a los demás.
Quienes siguen con sus contiendas, sus luchas familiares, sus envidias, sus hipocresías, sus engaños, sus celos, sus contiendas, es porque han bebido de la leche adulterada. Hermano y hermana para crecer en el Señor tenemos que gustar la leche no adulterada, porque en ella hemos gustado la bondad de Dios. Si lo que bebes es discordia serás incordio, si te nutres de odio serás un odioso, si te llenas de rencor serás rencoroso, pero si lo que haces día a día tiene a Cristo serás cristiano. Es tan importante tenernos unos a otros, que muchos por ser aceptados, hasta comprometerán los principios morales y éticos. Aquí llega la envidia, los deseos de tener lo que otro tiene, y así se deforma la relación de cada uno. No se preocupe por si alguien que dice ser cristiano no le acepta, déjelo en las manos de Dios. Usted acéptese tal cual es y no se deje amenazar por los que se han amenazado a sí mismo. No haga de lo que usted es una competencia. Esto no es quien es más cristiano/cristiana, sino que ud se sienta seguro/segura en Cristo. Es Cristo nuestra verdadera identidad. Es en Cristo que recibo a los demás porque él me recibió a mí. Oremos: Amado Padre celestial, te ruego que abras mis ojos para que pueda conocer y recibir personalmente tu amor sin condiciones y tu aceptación. Renunciamos a las mentiras del enemigo que cuestionan tu amor en mi y que aunque la humanidad pueda rechazarme yo sé que tú jamás me rechazarás. Pido tu gracia para sostenerme y capacitarme para resistir la presión de mis semejantes y no negociar la bendición de tenerte por envidias y celos. Te lo pido en el precioso nombre de Jesús, amén.
1 Comment
Marisel
10/11/2013 03:17:17 pm
Amen!
Reply
Leave a Reply. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|