"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Convertirnos
En varias ocasiones escucho lo que me parece una pelea estéril. “He leído de todo, he ido a terapias, he buscado ayuda, y nada”. “La realidad es que no consigo vivir de la manera que deseo”. “Aunque sé cuál es la manera en que debo actuar al volver a lo cotidiano vuelvo a lo mismo”. Como pastor escucho mucho estas expresiones. Sin embargo, Jesús responde a esta manera que actuar y de angustia con un a parábola. Con aquella que la mujer mezcla la levadura con una gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa”, Mt 13.33. La harina es aquello que se discurre entre los dedos. No hay manera de agarrarla y si el viento le da la arrastra y hace que todo se lleve de polvo. Solo si mezcla la harina con la levadura produce pan. El pan es para la vida. Jesús nos está dando ánimo. Jesús plantea que si nos unimos a él no estaremos perdidos y llevados por cualquier viento. Seremos harina que se mezcle con su testimonio a tal punto que podamos alimentar a otros. Para ello debemos unir nuestra vida a Cristo. La mujer mezcló las tres medidas de harina en la levadura. Tres es símbolo de la división griega del ser humano. “Alma, cuerpo y espíritu”. Esas tres zonas son las que no pueden quedarse fuera cuando nos unimos a Cristo. El Reino de Dios debe ser visible en nuestra alma, cuerpo y espíritu. Es decir, que debe verse en mi aquello con lo que me mezclé, Cristo. Si te mezclas con los que fuman dirán que eres un fumador, si te unes a los bebedores dirán que eres un bebedor, si te unes a los que juegan que eres un jugador, si te unes a los que adoran serás un adorador y si te unes a Cristo serás un verdadero cristiano. Deja que tu vida sea ordenada por el poder de Dios y no por acciones propias que contaminen y dañen tu vida de tal manera que se esfume como harina en el viento. Nuestras acciones extrañas están condicionadas a pensamientos extraños. No des lugar a lo extraño y vano, más bien conviértete. En la conversión hay una nueva manera de vivir. Confiar en Dios es permitir que irrumpa en nuestras vidas para que ya nada en nosotros se pierda. Si Jesús es con quien mezclamos creceremos y seremos vistos por él. Deja que el Señor se mezcle contigo y tú mézclate con el Señor y de ti saldrá un verdadero cristiano. No serás igual. Oremos: Dios de infinita misericordia. A ti doy gracias porque tú eres mi Dios y jamás seré igual. Me mezclé contigo y eso no lo cambio. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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