"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Introducción Comer, beber y vestir son elementos básicos de la vida humana. La gran mayoría vivimos preocupándonos porque todo ello no nos falte. Mami siempre dice que donde come uno comen 2 y que el arroz es lo de menos. El cardero de casa siempre sobrepasaba las 3 libras de arroz. (Mami y el cardero). I. Desarrollo - ¿Qué comeremos, vestiremos, beberemos? v.25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? v. 25 como portavoz de Dios, Jesús, explica los beneficios de servir a Dios, pues insta a confiar en su sustento, pero también a observar con cuidado y poner por excesivo y errado el interés en las cosas materiales. El argumento comienza con una orden negativa, “no os preocupéis”. Prohíbe que, en una época de ansiedad, se caiga en ese estado, provocado por las injusticias políticas y socioeconómicas, así como por las incertidumbres filosóficas y religiosas. Una vez más Jesús define la comunidad de discípulos frente a una norma cultural. El verbo preocuparse aparece cinco veces más (6,27.28.31 y 34 (dos veces). Tal preocupación tiene que ver con prioridades, con lo que “monopoliza las inquietudes del corazón”, con una afán por la vida segura en este mundo. El corazón (el ser humano) no debe tener como primordial qué comeréis o beberéis… esta son necesidades básicas de la vida. En ocasiones lo necesario no está al alcance de todos y todas en un sistema imperial. La frase no os preocupéis no significa que la comida, la bebida o la vestimenta no sean importantes. Lo que señala es que la vida no debe identificarse y hacer de sí un estilo de vida por aquello que es efímero. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? El sustento material es el medio, no la suma y la meta de la existencia humana. La alternativa es confiar en Dios. Es fiarse de la provisión que Dios hará, es el mejor estado de las cosas, como quedó demostrado en la creación (Gen.1; Sal. 24.1; Mt 5.25). Es situar a Dios en el centro de la vida. Hay quienes viven distraídos, llevan una existencia materialista, viven para comprar y eso los lleva solo a amontonar tesoros (6.19-21), tomar decisiones erradas sobre prioridades y (6.21), tener un ojo malo (6.22-23) y servir a Mamón (6.24). En esta sección Jesús toma ejemplos del mundo creado para argumentar la providencia de Dios. Dios es el que se preocupa de lo superior, la vida y el cuerpo, por eso, el cuidará también de lo inferior; la comida y el vestido. De manera que la naturaleza y el ser humano están ante la provisión de Dios. Por consiguiente (26-32) II. La naturaleza y el ser humano ante la provisión de Dios 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. En los v.26-32 se invita al público a mirar las aves del cielo. Las aves creadas por Dios (Gen.1.20-22), no hacen los trabajos diarios. Ellas no siembran, no cosechan, no almacenan en graneros, sin embargo “vuestro Padre/Madre las alimenta”. Es la certeza de que Dios atiende las necesidades de su pueblo. ¿NO valéis vosotros más que ellas? Yo recuerdo jugar con mis hermanos al rescate y ellos pagar por nosotros para liberarnos del enemigo. Siempre ofrecían poco por mi pero me soltaba. Si Dios cuida las aves cuidará también los discípulos, de las mujeres, de los niños, de nosotros, de Puerto Rico etc. La imagen no excluye el trabajo y la actividad de Dios (Dios y las aves trabajan), ni la provisión divina por medio de otras personas (6.2-4). Aquí de lo que trata es de confianza frente a la preocupación. Dios nos atiende porque es Padre/es Madre. Ello indica que las aves no son modelo de trabajo, pero sí testigos de la providencia de Dios. ¿Por qué el texto dice que las aves no siembran ni recogen? ¿Usted las ha visto sembrando? Nadie ha visto un ave con una piqueta, o una asada y mucho menos con unos bueyes al frente. Porque probablemente aquí está el punto crucial de lo que Jesús: tampoco estos, los que estaban frente a Jesús, siembran ni recogen en graneros. Ellos no hacen su parte. Una cosa es preocuparse y otra es planificarse, ocuparse por lo que nos corresponde hacer. v.27 preocuparse no solo es penoso, sino inútil. Una vez más a través de una pregunta retórica y dirigiéndose al público advierte de no controlar lo incontrolable. Pues la prolongación de la vida es un objetivo apetecible, no se acuerdan de Ezequías, que cuando el profeta Isaías vino y le dijo que se moría, arrancó a orar y se pegó a la pared, y Dios le dice al profeta: dile que le quedan quince años, cuando va donde Ezequía y le dice que le quedan quince años, comenzó limpiarse la cara y a sonreír. La prolongación de la vida es un tema de preocupación de todos, y no así la modificación de la estatura. A mi me decían que si me guindaba de un tubo que crecía, pero me guinde, y me seguí guindando hasta que entendí que no había mucha esperanza. En el judaísmo existía la creencia de que Adán perdió por el pecado su estatura originaria. El aumento de estatura puede ser objeto de deseo. Ningún ser humano puede modificar la medida que Dios le ha asignado. Asi que no me preocupe más por mi tamaño y continué viviendo. V.28-30 Entonces, ¿por qué preocuparnos? Jesús, vuelve los pensamientos del pueblo a la naturaleza, pero con mayor intensidad, “aprended de los lirios (sinónimo de flores) del campo” y enfocado: “como crecen”. No señala la fragilidad humana, sino el cuidado de Dios por las flores, que no se fatigan ni hilan (trabajo tradicional femenino). Nos encontramos aquí en medio de la población campesina pobre de Galilea, que tiene que utilizar la paja como combustible, así como Ud. y yo utilizábamos la leña para el fogón. Un arroz con gandules al fogón, como mami lo hace, es símbolo de unos buenos troncos de guayabos, capá prieto, etc. para prender el fogón. Oiga esto, “porque ni aún Salomón se vistió como uno de estos” Es una comparación negativa pues Salomón es el paradigma/ejemplo de la persona dominada por la desconfianza y la ansiedad. Mientras con su simple existencia los lirios nos invitan a ponernos en las manos de Dios, Salomón ejemplifica la actitud contraria[1]. Si Dios viste así la hierba del campo ¿no hará mucho más por vosotros, hombres/mujeres de poca fe? El que poco o mucho aquí tiene algo de marca puesto. Yo recuerdo haberme puesto unas tenis pumas cuando mami las compraba en una tienda donde ahora no quieren ir nuestros muchachos. Lo que está en la raíz de preocuparse queda de manifiesto en la descripción de los discípulos como hombres de poca fe, como usted y yo. Es una invitación a desarrollar nuestra propia fe y evitar que quede paralizada o ahogada por circunstancias aparentemente insuperables. Tiene que crecer esa fe desde la confianza en Dios. Si su fidelidad es grande como la cantamos muchas veces, entonces confiemos y no nos afanemos. ¿En que confiamos? III. Confía porque Dios es fiel V.31-33 Sí, hay unas necesidades pero no definen mi búsqueda, mi prioridad, mi confianza… Cuando hablamos de justicia, en términos de búsqueda, significa que la búsqueda del Reino no es una espera pasiva, una actitud meramente interna, sino una praxis concreta de la justicia tal como está expuesta en el sermón de la montaña. La acción humana implica la acción de Dios. No es quedarnos quietos/quietas hasta que llegue la comida es hacer como Dios hace con las aves, les da el alimento, pero no se lo hecha en el nido. Conclusión: Una parábola moderna viene al caso: Se oyó en Bayamón una conversación entre dos pitirres, descansando sobre una rama en un árbol de roble, cerca de Lomas Verdes que mientras observaban a la gente que guiaban apurada y nerviosa por los filtros , uno dijo al otro: —Oye, dime, ¿por qué piensas que la gente vive así, nerviosa y preocupada? El otro le respondió: —No lo sé con certeza, pero debe ser porque no tienen a un Padre Celestial que los cuida, como nos cuida a nosotros. ¡Dios les bendiga! [1] Esta interpretación encuentra apoyo en lo siguiente: 1. La frase introductoria, pero yo os digo ha aparecido en trece ocasiones (5,18.20.22.26.28.32.34.39.44; 6.2.5.16.25), cada vez introduciendo un contraste. 2. Salomón fue introducido negativamente en 1.6-7. 3. La expresión (en toda su gloria) el posesivo (su) indica la preocupación de Salomón por su propia gloria, no la de Dios, una conducta típica de los reyes en su errada ambición.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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