"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Gálatas 2.11-14
11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. 12 Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. 13 Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. 14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Estamos en un mundo de mucha hipocresía. El lenguaje hipócrita es el lenguaje de los que condenan, de los que se apartan, de los que dicen estar y no están. El lenguaje del amor no se cruza con la hipocresía. El lenguaje de la hipocresía es capaz de desacreditar a quienes decimos que amamos. ¿Será posible esto en la Iglesia? Es posible en cualquier lugar porque es faltar a la verdad y eso se ha convertido en un mal común. Pedro actuaba como el más gentil de los gentiles pero cuando llegaban los judíos se apartaba y actuaba como si no los conociera. ¿Le ha pasado eso? ¡No lo dudo! Ser hipócrita es un crimen y de criminales como estos está lleno el mundo. No actuar como hipócrita es vivir con integridad. ¿Cuál será la manera en que actuaremos? Si dices que sean como eres y lo que ven es lo que no eres jamás serán lo que dices. No podemos pretender que otros sean lo que nosotros no somos. No ser hipócrita es ser sincero. Intentemos vivir con honestidad. Intentemos vivir lo que decimos. Intentemos vivir sin condenar. Intentemos ser mejores cristianos y menos criminales. Vivamos conforme a la verdad del Evangelio. Sin embargo, hermanos, si encuentra algunos hipócritas en la Iglesia no se asuste. Hay muchos que dicen que te aman y que hacen lo que sea por ti pero se apartan de ti, te desacreditan, y con otros hablan de ti. Cuando llegas te abrazan y te besan. Esos son abrazos amargos y esos besos saben a hiel. “Amémonos de corazón y no de labios ni de oídos”. Ser cristiano no es difícil porque significa ser sincero. Oremos: Dios de la Vida. Desde el principio conoces la acción de quienes se apartan de ti y andan con miedo. Nuestro mundo sigue con el mismo germen. Te suplico que nos ayudes a ser y vivir lo que somos. Ser sincero es ser un buen creyente. Ayúdanos a ser honestos cada día. Perdona las veces que hemos actuado como hipócrita y no como cristianos. En el nombre de Jesús, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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