"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Si los asuntos son del corazón solo Dios puede atenderlos. Proponer cambiar a alguien es asunto serio. Solo las metas que te propongas en el nombre del Señor serán alcanzadas. Si solo son anhelos y no tocan base con la realidad jamás serán realizables. Las metas son objetivos que proponemos alcanzar en el camino en el que estamos. Es decir, que la meta es mi responsabilidad, por ejemplo, estudiar, trabajar, atender a mi esposa, mis hijos, etc. Las metas te tocan a ti y solo a ti. Lo otro es que por las metas debes actuar. El deseo es diferente porque es algo que te gustaría y lo que nos gusta no necesariamente es alcanzable. Hoy desearía estar viajando el mundo, pero aunque es posible hacerlo, no puedo porque tengo unas responsabilidades. Toda meta debe ser colocada en ORACIÓN.
Algo de lo que se debe cuidar es de tratar de cambiar a alguien. Hay jóvenes que tienen relaciones amorosas o de atracción sin consultar a Dios. Actúan para luego pedirle a Dios la bendición. Le preguntas que si es ¿alguien de Dios o si asiste a la Iglesia? Solo contestan que orará para que Dios lo cambie. Entonces eso es un deseo no una meta. No puedes hacer nada en su corazón porque ahí solo obra Dios. Cuando la mente, la voluntad y el corazón de otro/a está involucrado ya no es asunto controlable por mí. NO estoy diciendo que en algunas relaciones haya un propósito pero ¿serán siempre? Hay cristianos viviendo días muy duros por casarse con gente que creía que Dios cambiaría rápido. No abuse de la bondad de Dios. No se meta en lo que es solo dominio de Dios. No pretendas cambiar algo que solo le toca a Dios porque saldrás frustrado/a, dolido, y sin éxito. Cuando Dios quiere hacer un cambio en el corazón depende exclusivamente de ese corazón y no del tuyo. Cambiar un corazón es asunto de Dios. “Porque Dios es el que produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”, Filipenses 2.13. Todo tu deseo de cambio para otro debe estar en la oración dirigida a Dios porque tratar de cambiar a los demás es como dar golpes al aire. Oremos: Dios bueno y transformador. A ti me acerco para que me guíes en el camino de la vida. Tu misericordia es real cada mañana y disfruto tu perdón cada vez que veo el sol. Sé que de lo contrario me sería imposible seguir caminando. Los caminos inciertos cobran certeza cuando estás conmigo. Miraré con fe y esperanza lo que habrás de hacer. Cada hermano y hermana está en tu voluntad y no pretendo cambiarles pero sí presentarles en oración para que les guíes a lugares espaciosos. Obra tú donde yo no puedo. En el nombre de Jesús, mi Salvador, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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