"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Isaías 58
Ayunar es más que dejar de comer. Es más no es dejar de comer. ¿Cómo descubrir el caminar correcto? La gente quiere saber, por curiosidad, el camino de Dios, pero no por convicción. ¿Cómo queremos acercarnos a Dios? Si cuando ayunamos no le hacemos caso. Entonces, ¿para qué ayunar? No ayunamos por nuestro propio gusto, ni por contienda, ni por debates, ni para que seamos oídos. Cuidado con esos ayunos vociferados para que se sepan. ¿Se agrada Dios? El ayuno verdadero desata las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión y dejar en libertad. El ayuno verdadero debe provocar transformaciones. Una vez el verdadero ayuno tenga lugar nacerá tu luz, como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto. La obra de Dios siempre es y será redentora. Dios te pastoreará siempre y en las sequías saciará tu alma y dará vigor a tus huesos. Oremos: Ayunamos porque ante ti nuestros gritos deben ser sincero. No ayunamos para que se entere la gente sino para que te enteres tú. No tengo duda de la gracia derramada sobre tu pueblo en medio de los ayunos. No tengo duda que traerás libertad y afirmarás tu señorío en medio de nuestras ruinas para guiarnos a los manantiales de agua eterna. En tí se fortalece mi alma y mi ayuno busca tu presencia para que estés cada día en medio de tu pueblo. Nunca falte nuestra acción de justicia, de misericordia, de solidaridad, de amor a los demás para que nuestro ayuno tenga sentido. En tu nombre, amén.
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Marcos 11.22,24 "...Jesús les dijo: Tened fe en Dios. Por tanto os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá".
Tener confianza, convicción, es tener fe. Es una fe definida desde la dependencia de Dios y en todo lo que dice Dios. Los discípulos necesitaban entender que cuando tenemos fe no hay monte que sea grande ni mar que no se pueda abrir. Las situaciones que enfrentamos deben hacerse desde la fe en Dios. Nuestro creer da lugar a lo que expresamos. La fe no es meramente la expresión de nuestros labios sino la convicción en la vida. Si lo que pides orando se traduce en una fórmula lo has realizado sin base bíblica. La oración y el creer tienen lugar en Dios y no en lo que pedimos. Lo que pides "vendrá" porque tiene salida en Dios y en la confianza y convicción de tu fe. Es tiempo de pedir creyendo y no desmayar. Ten fe en Dios y lo que pidas orando, no solo lo recibirás. No importa cuán grande sea el mar o cuan alto sea el monte si tu fe es en Dios el mar será cruzado y el monte se moverá. Oremos: Dios y Señor de todas las cosas, pero sobre todo salvador del ser humano. No permitas que lo que no recibo reduzca mi fe. Mi fe está en ti y sé que estás atento a mis necesidades. Las pequeñas horas de duda no pueden ser más fuertes que los años en que he confiado en ti. Susténtanos y fortalécenos para cuando aparezca el día de la duda y la desconfianza. Confío en que por fe las montañas se mueven y que nada detiene tu acción en la vida del creyente. En tu nombre, amén. Hebreos 11.27 (NTV) "Fue por la fe que Moisés salió de la tierra de Egipto sin temer el enojo del rey. Siguió firme en su camino porque tenía los ojos puestos en el Invisible".
Hermanos y hermanas en muchas ocasiones estamos estancados, sin crecimiento alguno, sin deseos de alcanzar nuestros sueños, atados a cosas y circunstancias que nos envenenan la vida porque tenemos miedo. Quiero que sepas que toda acción tuya debe ser en fe. No dejes de caminar porque el enemigo se levante contra ti. Ese momento es el momento en que la fe es la razón para levantarte. Tu fe no mira las circunstancias sino que mira lo que no se ve. Cuando el salmista se encontraba en medio de una adversidad, solo dijo: "alzaré mis ojos a los montes", no se enfocó en su alrededor, sino en mirar hacia arriba. Tener a Dios es lanzarse a los desafíos de la vida en la confianza de que el desierto no es nuestro fin sino nuestro impulso a la tierra prometida. Sigue firme y no quites la mirada del Invisible. Dios nos guía y nos sostiene cuando las amenazas del enemigo nos amedrentan y nos flaquea la fe. La misericordia de Dios no dejará que te caigas y solo serás victorioso si mantienes tus ojos en el lugar correcto. Oremos: Dios, así como Moisés no temió al enojo del rey, nosotros no tememos a las artimañas del enemigo contra nuestras vidas. Las batallas del camino no quitan mis ojos de ti sino que afirman mi fe en ti. En el nombre de Jesús, amén. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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