"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
1Jehová dijo a Moisés: Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, Isaac y Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré; 2y yo enviaré delante de ti el ángel, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo 3(a la tierra que fluye leche y miel); pero yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.
4Y oyendo el pueblo esta mala noticia, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos. 5Porque Jehová había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz; en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré. Quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer. 6Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Horeb. [1] Dios le ha dicho a Moisés que conduzca el pueblo a la tierra prometida. Era necesario seguir para cumplir la promesa. “Anda, sube, tú y el pueblo a la tierra que les juré”. Es principio de clases. No puedes dar al tiempo para atrás. Llegó el día de seguir. Quien ha llegado hasta aquí no se puede detener. Dios no te dejará solo “enviaré delante de ti el ángel”. Dios estará contigo y su presencia estará a tu lado. No importa lo que encuentres en el camino Dios los echará fuera. Bueno, no todo es miel sobre hojuelas. Has pensado en lo difícil que eres. ¿Imaginas que Dios deje de estar contigo en este comienzo porque no quiere entender? Seamos honestos con nosotros mismos. Cuando no queremos obedecer es porque algo escondemos. Quien vive en desobediencia suele evadir la voz de Dios. ¿Qué es lo que debes quitarte? No inicies este tiempo de trabajo, de relación, de estudios, etc., con algo que no te ayudará. Si quieres que Dios eche fuera los demonios o lo que encuentres en el camino debes vivir en obediencia. Todos deseamos que así como comenzamos las cosas las podamos terminar. No dejes que los diversos aspectos que enfrentas reduzcan tu vida a desobediencia. Es tiempo de andar, es tiempo de fe, de marchar, dice la canción. Oremos: Dios bueno. Solo queremos que vayas con nosotros hasta el fin. No nos dejes por la terquedad o por la ignorancia que nos alberga. Por favor Dios mío, tú que no abandonas a quienes caminan contigo, y sustentas las aves cada día; te pedimos que en el inicio de clases, labores etc., estés con nosotros. Tu mano nos cubra y nos guíe ante toda adversidad para caminar seguros en la esperanza de tu Salvación. En tu nombre, amén. [1] Reina Valera Revisada (1960). (1998). (Éx 33.1–6). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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