Agua sobre el sequedal

Isaías 44.3-4

Estamos viviendo tiempos de calor. El sol cada día es más intenso. Los humores son intensos y de enojo. Es por eso que la Palabra ofrece una advertencia, "no se ponga el sol sobre nuestro enojo". Cuando estamos secos hace falta que Dios riegue de su presencia sobre nosotros/nosotras.

No importa lo que esté seco en tu vida, hoy, Dios "derrama agua sobre el sequedal" y "ríos sobre la tierra árida". Todo lo que haya seco en tu vida Dios lo inunda de su presencia. Si hay en ti un caminar de tristeza, de poca esperanza, sin deseos de seguir porque estas secándote, te digo que el agua de Dios se derrama. Se derrama sobre nuestra generación y sobre nuestros hijo/hijas. Es una palabra de esperanza en la que volvemos a ver que sí es posible una vida distinta. No sigas amargado/amargada, con corajes, con caras de pocos amigos/amigas, no permanezcas aislado/aislada porque Dios derrama su Espíritu. ¡Bendito es su nombre! Si permites que Dios te inunde o te llene de su Espíritu brotaremos. Brotaremos en alegría, en actitudes positivas, en acercamientos a otro/otras. Que cuando lleguen estos tiempos de sequedales el Dios que dirige nuestros pasos nos alumbre y nos llene para que brotemos y crezcamos.

Oremos: Dios y Señor en estos tiempos de calor y sequedales guíanos y llénanos para que podamos dar a otro/otras esperanza. Tu espíritu derrame alegría, esperanza, amor, sobre nuestra sociedad. En tu nombre, amén.