"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Pérez, Eliseo. Abya Yala; discursos desde la América des-norteada. México: Publicaciones El Faro, 2010. Eliseo Pérez Álvarez[1] estudió teología y filosofía en la Ciudad de México, Atlanta, Chicago y Copenhague. Ha sido profesor de teología sistemática en el Seminario Teológico Presbiteriano de México; en el Seminario Evangélico de Puerto Rico y en el Seminario-Programa Luterano del Suroeste. Es un pastor ordenado por más de 30 años. Ha realizado labores pastorales y Ministerio Hispano en México, Estados Unidos, Puerto Rico y las Islas Vírgenes Estadunidenses. Sus intereses académicos incluyen la teología histórica; el pensamiento social y económico de Soren Kierkegaard; la teología Hispana de la liberación; las religiones mesoamericanas; y la espiritualidad gastronómica. Ha escrito varios artículos y reseñas de libros. El Dr. Pérez-Álvarez ha publicado diez libros. Ha impartido conferencias, impartido talleres y predicado a lo largo y ancho de los Estados Unidos, Puerto Rico, México, Alemania, Suecia, Brasil y otros países. Los tres discursos que destacan la tesis de Eliseo Pérez Álvarez, desde la “América des-norteada”, sacuden la osamenta histórica que todavía hoy levanta fantasmas. Abya Ayala[1] es víctima de una conquista europea que dice triunfar escondida en las voces de la historia.
Ese espíritu, que ya he llamado fantasma, continua sintiéndose en la historia que desprecia y maltrata al “indio”, o mejor dicho “amerindio = indio americano” de nuestros países. Las ambiciones económicas neo-liberales de América Latina que parece se asesoran con las voces de Hernán Cortez quien “sufría de un mal del corazón el cual solo puede ser curado con oro”[2]. Eliseo nos presenta a Abya Ayala para una relectura de la historia que está en los anales de la historia, pero que nadie quiere releer. El nombramiento de mujeres como María, La Malinche, Guadalupe, y Selena sigue siendo conquistada, violada, maltratada, cuando se les usurpa su identidad, cuando se juega con su dignidad, cuando el “espíritu patriarcal” les priva de ser lo que son, creadas a imagen y semejanza de Dios. Todavía se enseña que la mujer fue creada para, en función; y no creada para ser. La mujer como parte de la creación divina, aunque es una expresión bonita, no me agrada mucho porque la mujer es creación divina, no parte de la creación divina pues en la misma expresión encuentro cierto patriarcalismo. Si pensamos en las más de cuatrocientas mujeres que han sido asesinada en Ciudad Juárez y todavía nadie le puede decirle al mundo por qué han muerto, ni quienes le han robado su vida. ¿Qué de la estructura eclesiástica? ¿Dónde quedan las marcas de la Iglesia encarnadas? Es por ello que estos discursos pretenden desafiar, denunciar y observar las necesidades y los desafíos de nuestro tiempo. Estos discursos asumen la postura de lo que andan a pie y no desde los de arriba. Es un contraste constante entre el arriba y el abajo, entre el clero y el laico, entre el superior y el inferior, etc. El primer ensayo está delimitado en el quinto centenario como evento de desencuentro entre Abya Yala y los españoles. La violencia y el Destino Manifiesto como rutas que dieron lugar a conquistas y dominios de tierras. Por otro lado retrata la experiencia de la cultura inca y su desencuentro con el imperio español. Es el ensayo en que los trueques eran abominación, bíblico para ellos y anti bíblicos para los misionados. Las relaciones entre conquistadores e indígenenas se tradujeron en relaciones de explotación y sojuzgamiento a la imagen y usanza de Europa. Por último Eliseo toca lo que es la espiritualidad de la carne distanciada de lo que es el pecado de la carne desde la perspectiva femenina. El autor no solo logra su cometido sino que nos pone alerta ante la debacle político-religiosa que presume una conquista adecuada desde los textos sagrados. Textos que son sagrados convertidos desde las manos de conquistadores en textos demonizantes, atropellante y en contra de la función y finalidad del texto. Definitivamente es un trabajo magistral para quienes asumimos dichos documentos que ajustician a quienes, ya ajusticiaron a muchos, con los mismos textos que utilizaron. Es una constante mirada a releer, a destapar la historia que se ha empolvado con la mirada de quienes escribieron lo que les convenía. Que viciaron nuestros pensamientos y afloraron en constructos sociales que deterioraron y deterioran la imagen del otro/otra y asumen posturas de opresión. Este libro es un llamado a volver a reinterpretar la historia. Es lo que llama Howard Zinn “La otra historia…”. El argumento de Eliseo está parcializado con los de abajo. No es tradicionalista en su pensamiento y se ubica en la línea de pensadores y escritores como, Leonardo Boff, Luis Rivera Pagán, Daisy L. Machado, Justo González, Eulalia Guzmán, entre otros. Su forma de plantear los argumentos está cargada de documentos históricos y estudios previos de expertos en la materia. Argumenta contextualizando aquella palabra que se dijo y cómo se utilizó. Utiliza el diálogo bíblico entre los conquistadores y los amerindios para presentar el abuso y la opresión del invasor. Funge como defensor de los derechos humanos desde una historia presente mirando al origen y no perpetuando dichos desprecios por quienes son y serán nuestras raíces culturales. Por ello la coyuntura histórica es tocada de manera rigurosa en este libro. No da lugar al invento imaginativo de lo que ocurrió sino que se mueve en los polvorientos huesos de la historia para resucitar desde su discurso lo que todavía no ha pasado por un juicio. Creo que hay cierto deseo de Eliseo por ajusticiar, desde la Justicia, lo que todavía exige una sentencia. La sentencia es dada por Eliseo en sus argumentos ya que desmitifica toda historia romántica de conquista para volverla realista y honesta en la sociedad en que se llevó. ¿Debemos pensar y vivir con las mismas historias que nos han contado? Por otro lado, Eliseo se vale de fuentes primarias para elaborar su aparato crítico. Obviamente asume una historia poco contada y la esgrime en lo que ha destacado a través del trabajo, el desencuentro tanto en Abya Ayala, como el segundo discurso del desencuentro de la cultura inca con el imperio español. Son fuentes de primer orden y fungen como el principal argumento metodológico para Eliseo. Es un documento abarcador y no tiene un escritor como punta de lanza, sino una investigación asidua de varios escritores/escritoras sobre el tema. Su forma crítica es extraordinaria y creo que revuelca el pensamiento de dos o tres imperialistas. No pone en duda su pensamiento, sino que lo plantea tal quiere, incluyendo el título. Considero que su esquema estructural es sistemático. No plantea dentro de cada ensayo un orden lógico y cronológico y los primeros dos capítulos o ensayos se distancian del tercero en términos conceptuales. No es que no exista relación temática ya que el sistema opresor, la violencia, el abuso, la conquista son asuntos que no deja de plantear desde el mismo título. Sino que son tres ensayos realizados en tres contextos diferentes y forjados desde tres miradas para abordar el tema principal que es el discurso de la América desnorteada. La cosmovisión que plantea Eliseo lo hace desde los tres discursos, ya la hemos mencionado. Ahora en cuanto a la exposición del tema veamos brevemente lo que presenta Eliseo Pérez en Abya Yala. En cuanto a La Teoría del Destino Manifiesto en Cortés se destaca el asunto teológico. Puntualiza los aspectos económicos, sociales y políticos de la invasión cortesiana con los planteamientos bíblicos que el mismo Hernán Cortes y sus apologistas manejaran[3]. Es necesario adelantar que Cortés falseó la historia de nuestras culturas indígenas. Si se trata de sojuzgar, “manipular los símbolos religiosos tanto de la fe cristiana como de las religiones indígenas”[4], Cortés es experto. ¿Cuál fue la función de la iglesia? Esta interrogante solo da tristeza y revuelca el espíritu de quienes no estamos de acuerdo. Pretende, Eliseo, cuestionar “la historia oficial triunfalista eurocentrista, que continua informando nuestra teología”[5]. Moctezuma era visto como el Faraón egipcio. Es la excusa para robar, para quitar dignidad, para oprimir, para robar autoestima. Destaca en su ensayo Eliseo, “todos los cargos pesaban sobre sus hombros habían sido bien estudiados: Idolatría, sacrificios humanos, antropofagia y sodomía constituyen la leyenda negra contra los indígenas”[6]. Mientras por el otro extremo Cortes es catalogado por Moisés y a los sacrificios humanos con la esclavitud de los judíos en Egipto. La iglesia el pueblo predilecto de Dios y México era la tierra donde fluía la leche y miel. Aunque yo pienso que México era la tierra que fluía oro. Plantea el autor que “divinizar a Cortes es directamente proporcional a la satanización de los indios”[7]. Es la leyenda rosa del pueblo español la base legitimadora del devastamiento de nuestras culturas. Los europeos padecían de ceguera porque los españoles acusaban los indígenas de sacrificios humanos, pero ellos no leían el mandamiento de “no robaras, no codiciarás”, no matarás”, por lo que su viga en el ojo les impedía ver. Un gobierno como el de Cortés que bendijo la institución de la encomienda, por tener la misiva de extirpar la idolatría desde este mensaje; “fuerza a otros a entrar para que se llene mi casa”, Lucas 14.23. La idolatría fue una excusa para la destrucción de la conciencia indígena y la legitimación española. Eso no solo se determinó así sino que perrearon[8] a los indígenas. Las muertes eran incesantes por lo que la sangría humana hablaba por sí sola. El nuevo Moisés (Cortes) estaba poseído por el espíritu del Destino Manifiesto. Los sacrificios superaron los “84,400 víctimas”[9]. Cortés ha sido considerado “elegido para ensalzar nuestra fe y servir a su majestad”[10]. Nuestra teología ha sido cómplice en todos los elementos sociales, económicos, políticos, etc. El adoctrinamiento y la forma de robar la idiosincrasia a un pueblo solo son acusaciones que deterioran el mensaje que creían. El espíritu triunfalista que ha alimentado a todo conquistador, incluyendo la iglesia con todo su sistema de tierra son razones para desnortearnos, para cambiar nuestra manera de pensar. La inferioridad es y sigue siendo el sentido de nuestra patria, Puerto Rico, incapaz por mucho de ser más. La mente del derrotista, del que se ha acondicionado a la ideología de los cuentos o historietas contadas en nuestros primero años escolares. Cortés dejó de ser invencible porque nosotros/nosotras hoy no permitimos que su nombre sea engrandecido. Ni el de Nicolás de Ovando, ni el de Cristóbal Colon, ni el de Juan Ponce de León, ni el de muchos más. El próximo discurso “No oigo nada”; Biblia, Atahualpa y contexto, Eliseo comienza narrando un acontecimiento entre los conquistadores y los indígenas. Por un lado la cruz y por otro la espada. Enseñar la palabra de Dios de forma atropellante no es enseñar la palabra de Dios sino la del diablo. Siempre que se descontextualice el texto estaremos demonizando, destruyendo y no estaremos provocando encuentros con Dios sino desencuentros. Tenemos que pedir perdón porque se nos ha olvidado predicar pensando en el otro/otra porque el mensaje es de interés propio y no de interés público. Para llevar Palabra a otro lugar deberíamos evaluar si ya tienen la misma Palabra desde su cultura y solo tiene otros nombres. Cada cultura tiene su forma de diálogo y su espiritualidad. Lo que siempre interviene el mensaje bíblico está presentado por el lenguaje, escritura, el cuerpo, etc. Es que para descubrir nuestra Biblia, es importante que consideremos el entorno desde cual estudiamos, aunque no es suficiente. La tradición oral era la norma indígena La escritura indígena también estaba plasmada en piedras y pinturas. “La gran cultura inca poseía optimas condiciones para entender el mensaje bíblico desde su oralidad”[11], no podemos olvidar que el material de la misma Biblia primero fue oral. Destaca Pérez “no intentan en lo más mínimo hacer la Biblia a través de su contextualización en el tejido social andino”[12]. Me parece el acto de más ignorancia, por parte de los españoles lo que narra Eliseo: “Cuando los españoles llegan a tierra maya preguntan: “¿Cómo se llama este lugar?”, un indio responde: “Yucatán”, o sea, no te entiendo nada, el europeo asienta: “¡se llama Yucatán!”[13]. El clérigo es recordado por el liderato letrado, pero el laico se conocía como analfabeto. La escritura era considerada un trabajo manual y no intelectual como nosotros pensamos. En una sociedad que se edificó en el principio de la reciprocidad no es que no escuchara nada es que si escuchar equivalía a requerimiento para dañar incluso la tierra para qué escuchar. El clero requería la fidelidad de los indígenas porque detrás estaba el oro “requerido por Dios”. El requerimiento por un lado los aborígenes por otro. De lo contrario significaba simplemente adueñarse de sus familias y pertenencias. Atahualpa “no oye nada” porque el requerimiento, con la declaración de la guerra justa, era ininteligible desde su contexto ajeno a la “propiedad privada” y al “latifundio”. El inca no oye nada porque según él, esos paños blancos mienten, esos manchones de tinta no son superiores a su cultura oral[14]. Si es que hay duda de su aparente sordera, nosotros también debimos o debemos no escuchar los paños blancos con manchones de tinta que imponen ideas, pensamientos, religiones, pero que jamás presentaron al Dios que escucha a los oprimidos, al Dios que escucha a los que son esclavizados por otros, al Dios que envía a su hijo para dar lugar a la esperanza. El tercer discurso parece que se distancia de los anteriores, pero realmente trastoca las mentes patriarcales y presenta el lado de la doctrina de la espiritualidad encarnada desde cuatro féminas: María, La Malinche, Guadalupe y Selena. Presenta rasgos de sus vidas en la historia. La virginidad está ligada a los asuntos del cuerpo y sus diversas connotaciones pecaminosas. Para unos la virginidad era símbolo de “negación de la procreación”[15]. Para otros era símbolo de liberación del matrimonio y también se consideraba que la virginidad se relacionaba con la domesticación de los pecados de la carne. La Malinche ha sido usada y abusada por los escritores que mucho han criticado su acción ante los indígenas, pero que han olvidado los abusos, las violaciones a las que fue sometida incluyendo a la falsa matrimonial y destete de su hijo. La Malinche cumplió con los requisitos de procreación por obligación y no por voluntad. La “Guadalupe nunca posó como la Madre de Dios en ningún retrato”[16]. La Guadalupe también fue usada y aunque el inicio fue un nombre unisex, luego se desvirtúa a las conveniencias coloniales. Finalmente Pérez presenta a Selena, dentro del contexto “geográfico de las tierras fronterizas”[17]. De manera que Selena planteaba, desde su mensaje, liberación en términos de género, raza y clase social. La muerte de Selena, como mártir socio-cultural impulsó la comunidad latina. “La doctrina de la espiritualidad de la carne se interesa en la persona toda y la entera creación”[18]. Esta es una espiritualidad encarnada, historizada, politizada, como La Palabra de Dios hecha carne y la proclamación de su Reino de justicia. “La comunidad latina de los Estados Unidos sigue mirando hacia el mañana, esperando que todas las razas sean reconocidas como portadoras colectivas de la Imago Dei, de la imagen de Dios, sin tener que recurrir a la colonización y culpabilización de los cuerpos”[19]. Con la Biblia en mano y alumbrándonos “con la historia de la Iglesia y la doctrina de la espiritualidad de la carne”[20]. No es posible culminar sin saber para dónde vamos, en que rumbo actuamos en una sociedad que sigue “norteada” y que no se da cuenta de lo ocurrido porque no se atreve a desempolvar los huesos de la historia que la iglesia nos ha enseñado. Por ello considero que el estilo de Eliseo es uno que provoca el gusto de seguir leyendo y de seguir buscando lo que otros han escondido. Es una historia de pinceladas que poco a poco, Eliseo esculpe en una tierra que vivió y sufrió los pasos de quienes nunca debieron darlos en la forma que los dieron. Creo que este libro es un acercamiento a lo que inquieta el alma de quienes leemos y que sacude la conciencia de quienes conocen un lado de la historia. [1] Abya Ayala o la “Tierra llena de vida” es el nombre con el que la cultura Kuna de la Gran Colombia bautizó a este continente. Los discursos por más de 500 años han querido proclamar nombres como: América, América Latina, América Sajona, Iberoamérica, etc. [2] Eliseo, Pérez. Abya Yala; discursos desde la América des-norteada. (México: Publicaciones El Faro, 2010), XI. [3] Eliseo, Pérez. Abya Yala; discursos desde la América des-norteada. (México: Publicaciones El Faro, 2010), 5. [4] Ibíd. [5] Ibíd., 6. [6] Ibíd. [7] Eliseo, Pérez. Abya Yala; discursos desde la América des-norteada. (México: Publicaciones El Faro, 2010), 7. [8] Los perros en gran medida contribuyeron a la dominación de América. Aunque se habla de caninos en Abya Ayala = América precolombina, su uso era comestible. Desde el segundo viaje de Colón los perros acompañaron a los españoles. [9] Eliseo, Pérez. Abya Yala; discursos desde la América des-norteada. (México: Publicaciones El Faro, 2010) ,13. [10] Ibíd. [11] Eliseo, Pérez. Abya Yala; discursos desde la América des-norteada. (México: Publicaciones El Faro, 2010), 37. [12] Ibid., 39. [13] Eliseo, Pérez. Abya Yala; discursos desde la América des-norteada. (México: Publicaciones El Faro, 2010), 39. [14] Ibíd., 45-46. [15] Eliseo, Pérez. Abya Yala; discursos desde la América des-norteada. (México: Publicaciones El Faro, 2010), 62. [16] Ibid., 79. [17] Ibid., 92. [18] Ibíd., 93. [19] Eliseo, Pérez. Abya Yala; discursos desde la América des-norteada. (México: Publicaciones El Faro, 2010), 93. [20] Ibíd.
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Amy Sanchez
30/1/2017 06:59:54 pm
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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