"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
1 Reyes 19.5 “Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido...”.
Ciertamente hay momentos en que las fuerzas pueden faltar. Los ataques del enemigo son directo. Sin embargo, ¿qué hacemos? Nos colocamos bajo el Enebro como Elías. Eso nos suele pasar y nos privamos de encontrarnos con Dios porque estamos inmersos en nuestra propia circunstancia. Cuando estamos encerrados y sin la posibilidad de ver a Dios nos encontramos en una posición inadecuada. Estamos bajo el Enebro juzgando y viendo todo desde nuestra posición. Ahí se inicia la indiferencia y la falta de visión. En condiciones de indiferencia y debilidad no se le puede hablar a nadie. Es momento de hablar con Dios. Dios nos restaurará, nos devolverá la visión y nos dejará ver que no es el Enebro a donde nos llamó. Puede que estés bajo el Enebro pero Dios no te quiere ahí. No todo está perdido. Es tiempo de mirar a Dios. ¿Vas a seguir bajo el Enebro? Dios le dijo a Elías “Vé, vuélvete por tu camino”. Es decir, que tu propósito no se ha terminado. Ese es el momento en que retiramos la renuncia y asumimos la firmeza. No te quedes dormido y levántate para que Dios cumpla su propósito en ti. Oremos: Dios bueno y de infinita misericordia. Solo en ti espero y confío. Me he sentido así y me has levantado. He permanecido bajo el Enebro pero has dado tu Palabra y he seguido. Ayúdame a no permanecer dormido, permíteme ver tu mano en medio de mi imposibilidad. La sombra del Enebro no puede ser mi último paso. Hoy quiero afirmarme en ti y en buscar tu presencia. No seguiré bajo el Enebro sino bajo tu presencia. En el nombre de Jesús, amén.
1 Comment
Madeline
19/5/2017 08:00:58 am
Reply
Leave a Reply. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|