"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
“Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco”, Salmo 92.10
Podrá haber circunstancias difíciles pero ante ello se sobrepone Dios. Seremos testigos del poder de Dios sobre nuestras vidas. Dios aumentará tus fuerzas como las búfalo. El búfalo es un animal fuerte e indomable. Esa es la manera en que Dios quiere que tengas fuerzas. Para ello, ha provisto el aceite fresco. Cuando hablamos de aceite fresco es algo nuevo. El aceite es símbolo de alegría. Si Dios es quien aumenta tus fuerzas y quien te unge de seguro tendrás la victoria. No falta nada a quienes están confiados en Dios. En la ruta de Jesús hubo una mujer que le ungió. Es decir que afirmó la victoria. La unción provoca la victoria. Hay fuerzas nuevas porque hay unción fresca. La unción también es servir a Dios. Cuando Dios nos unge revitaliza nuestras fuerzas. Ante la adversidad que vivimos en la Palabra encontramos la esperanza a nuestro futuro. Caminaremos con la unción de Dios y seremos fortalecidos en él. No temas por las fuerzas que te faltan más bien confía en las que Dios te dará desde su unción fresca. Dios reaviva tus fuerzas ante cualquier agotamiento. Oremos: Dios y Señor de mi vida. Cuando las fuerzas nos faltan y la inseguridad inunda nuestro camino yo confío en que tú aumentarás mis fuerzas y seré ungido con aceite fresco. Ante nuestras circunstancias no tengo otra cosa más que confiar en que me levantarás con fuerza de lo alto y traerás alegría. Gracias Dios porque me revitalizas ante cualquier batalla y me llenas de alegría. En el nombre de Jesús, amén.
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Isaías 2.1-5
La visión, del Viejo profeta Isaías, provoca que su voz sea una voz de trompeta que convoca a todos y todas a una nueva visión. Una nueva visión de la vida llena de paz y esperanza. Paz y Esperanza que nace en Dios, quien puede soñarla y realizarla. Es adviento. “Es la vuelta al hogar, al nuestro, al de Dios, y somos recibidos después de una larga ausencia” Mckenna Megan. Es el tiempo en que Dios vuelve la paz al mundo en el nacimiento de su hijo y es la llegada del niño Jesús a nuestro corazón. Las palabras del profeta nos recuerdan que la reunión tendrá lugar y que Dios tomará posesión del mundo. Nos deja ver el profeta la manera absurda en que los pueblos se tratan como enemigos y no como amigos. El odio se ha convertido en la mentalidad de quienes hacen sangrar la tierra. Viven lastimando la humanidad y destruyendo la vida. Que las espadas se conviertan en arados. No levantaremos las manos con armas sino con alimentos para seguir viviendo. Es tiempo de restaurar las alianzas rotas, los diálogos inexistentes. Es tiempo para permitir que vuelva la familia a unirse. ¿Quién pierde el tiempo discutiendo, odiando, con rencores? Dios ha entrado en el mundo en Jesús con un anuncio de reconciliación. NO es tiempo de desánimo sino de esperanza. Dios está muy cerca y nuestro hogar debe estar preparado para recibirle. Es sobre los montes y no en los montes de donde proviene la luz de esperanza. Desde los montes la visión es mejor. Dios sabe qué necesidad tiene el pueblo. Oremos: Dios bueno y de infinita misericordia. Tu llegada en Jesús nos nutre de paz y esperanza. Eres quien abraza la humanidad desde tu propia voluntad interesada en amar. Nuestros pueblos levantan armas y el anuncio del profeta nos recuerda que el nacimiento de Jesús nos dará luz y provocará reconciliaciones. Confío que esta navidad haya un nacimiento en cada familia que vuelva la paz y traiga la esperanza. El nacimiento de Jesús en nuestras vidas. En el nombre de Jesús, amén. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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