"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Mateo 2,1-2
Unos magos vieron su estrella en el cielo. Sabían lo que significaba. ¿Cómo hicieron para llegar? Bueno, independientemente, emprendieron un viaje que les condujo al niño. El viaje que hicieron desde el otro extremo del desierto árabe debió haber sido de varias semanas, o meses. La búsqueda con propósito no queda desamparada. Buscaban el niño para adorarle. ¿Para qué le buscamos nosotros/nosotras? ¿Se habrá tornado esta búsqueda en un romanticismo religioso? Ver la estrella era lugar para encontrar, pero ver al niño era ocasión para adorar. Cuando la naturaleza confabula con el ser humano las pistas nos dirigen a la rendición de lo que somos ante quien es merecedor de toda adoración. "Le acostaron en un pesebre", Lc 2,7. El pequeño grupo de místicos orientales siguió la extraña luz con la esperanza de que le condujeran al gran rey. Pensaban que estaba en la capital (Mat 2,1), y rodeado de celebraciones, pero estaba en un pesebre. Su nacimiento no tiene precedente. Es la búsqueda más hermosa que puede existir. Busca al niño para que le adores en esta Navidad. Oremos: Señor, gracias porque tu luz ilumina mi sendero y tu nacimiento me da esperanza. En el nombre de Jesús, amén.
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Isaías 11.1-5 La llegada de Jesús fue una promesa de alegría. Su salida del Padre fue para la esperanza. "Reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová". Es por ello, que Jesús, es tan especial, tan diferente, como dijo alguien, "con razón le llaman el salvador". No hará juicios según su vista, ni argüirá según sus oídos. Juzgará con justicia a los pobres, y con equidad por los mansos de la tierra. La justicia será cinto de sus lomos y la fidelidad ceñidor de su cintura. Cuanta esperanza en un solo niño. Que ese mismo Espíritu haga reposar sobre nuestro pueblo la Palabra sabia de Jesús. Que satisfaga nuestro deseo de consejo y llene de conocimiento y temor a Dios nuestro corazón. Celebrar a Jesús implica conocer su Espíritu. Sus capacidades de hacer juicio son perfecta. Su nacimiento hizo justicia a los que padecían oscuridad. Oremos: Dios y Padre de nuestras vidas. Gracias por la llegada de tu hijo. Es la promesa encarnada, la luz que disipa las tinieblas, pero sobre todo es mi salvador. En el nombre de Jesús, amén. Juan 3,17
Mientras para muchos es de preocuparse por lo que ocurrirá en sus vidas, nosotros/nosotras los creyente estamos confiados. Dios envió a su hijo, Jesús para salvar al mundo por él . La salvación descansa en los méritos de Jesús. ¿Sabes que nadie puede negar la oportunidad de salvación? Ni aún quien estuvo en la cruz al lado de Jesús se le negó dicha oportunidad. Cristo ofreció su salvación a todos y todas. ¿Quién puede cuestionar eso? Quien pronunció esperanza en Jesús para la humanidad, fue Dios. Disfrutemos esa oportunidad y agradezcamos su amor al llegar en un pesebre; y su entrega en la cruz para celebrar su misericordia y su salvación. Oremos: Tú conoces cada corazón Señor. Nada se esconde ante tu presencia. Te pedimos perdón por las veces que te fallamos, que hemos pecado, que hemos olvidado tu amor de salvación al enviar a tu hijo. Gracias, porque en Jesús nos alcanzó la misericordia y la salvación. En el nombre de Jesús, amén. 1 Pedro 5,8
Velamos o nos devoran. Sed sobrio y velad - La razón es porque "vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda buscando a quien devorar". Tenemos que cuidar nuestra vida, en Dios, de quien siempre vendrá una acusación. Lo que el enemigo, es decir, adversario, quiere de nosotros es la vida, nuestra alma. Es por ello que debemos cuidarla de los ataques del enemigo. Quiero ser enfático en esto. No es que cuide y vele su vida de su esposa, de su esposo, de sus hijos, sino del enemigo. Si algo ocurre hoy es que la gente depende de la vigilancia de otros, pero le exhorto a que sea usted mismo/misma quien vele por su propia vida. "Resista firme en la fe". El enemigo no da tregua, así que usted firme por medio de la fe y cuide su vida de toda obra de la carne que le conduzca al pecado. Oremos: Dios y Señor, mi vida te pertenece. El enemigo quiere destruirnos, pero ayúdanos por medio de tu Espíritu Santo porque nuestra fe está en ti. No permitas que nos durmamos para que velando no seamos devorados por quien solo quiere destruir nuestra vida. Ayúdame a resistir y estar firme. En tu nombre, amén. "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó", Romanos 8,37 Lea nuevamente 2da de Reyes 5.20-27
Ya hemos dicho que hay que tener cuidado con los pensamientos y que no podemos utilizar el nombre de Dios en vano. La mentira Ahora veremos a Giezi con otro elemento peligroso en este tiempo, la mentira. "He aquí, en este momento dos jóvenes de los hijos de los profetas han venido a mí", 2 Reyes 5,22. Hablar en nombre de Dios en vano es entrar en la mentira. La mentira es agónica y sobrevive con otras mentiras que destruyen la mentira anterior. 2 de Reyes 5,20-27 Lo que le pasó a este siervo de Dios nos puede pasar a todos/todas. Cuando Naamán fue sanado de lepra y quiso recompensar a Eliseo por el milagro, éste se rehusó a recibir regalo alguno. Mientras eso pasaba en la mente de Giezi se desataron pensamientos muy poderosos. Es su ejemplo el que nos lleva a tener cuidado. 1. Cuidado con los pensamientos internos, "Giezi... dijo de sí". Lo que pensamos es lo que ha llenado nuestro corazón. ¿Está tu corazón lleno de deseos de Dios? Los pensamientos de Giezi estaban llenos de codicia: "correré tras él y tomaré algo de él". El ministerio que hemos recibido por gracia no podemos perderlo por negligencia. La codicia es censurada. Por codicia muchos han engañado a muchos para enriquecerse. 2. Cuidado de usar el nombre de Dios en vano: Giezi dijo: "mi Señor me ha enviado diciendo". Cuidado en caer en las expresiones "Dios me dijo, me reveló, me mostró". No tengo duda que eso ocurre, pero lo que no debemos hacer es utilizar el nombre de Dios para beneficios propios, para propósitos personales, porque Giezi utilizó su posición para su provecho. No olvidemos "No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano, porque el Señor no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano", Exodo 20,7. Dios busca hombres y mujeres dispuestos a servirle, honrrarle, y adorarle y no a quienes buscan sus ambiciones personales. Oremos: Dios cuidanos de hacer algo indevido, de no servirte con dignidad, de no honrrarte de manera adecuada, de utilizar tu nombre en vano, de ser negligentes en los ministerios que nos has dado. Gracias por lo que me has dado y ayudame a serte fiel. En tu nombre, amén. Marcos 2.1-12 Muchas cosas pueden detener tu vida. Vivimos en un mundo lleno de gente, pero lleno de soledad o mal acompañados. Los amigos son un regalo de Dios. Los buenos amigos porque los que no ayudan en tu vida y la detienen no son buenos amigos. Amistades equivocadas son un riesgo. ¿Quieres arriesgar tu vida? Jesús es nuestro mejor amigo. En este tiempo de alegría y gozo no te sientas sólo porque Jesús dijo: "pero os he llamado amigos, porque os he hecho conocer todo lo que he oído de mi Padre", Juan 15,14-15. Los amigos del paralítico marcaron su vida porque se ocuparon de que el sueño del paralítico se hiciera realidad. La vida con verdaderas amistades puede esperar un milagro con la ayuda de sus amistades. 1. Están al lado de la necesidad. 2. Buscan soluciones 3. Frente a los obstáculos encuentran salidas de beneficio. 4. Tiene fe pasa que tu sueño se alcance. Comienza por hacer a Jesús tu mejor amigo terrenal para que vivas con un amigo en la eternidad. No te cierres a su verdadera amistad. No estés sólo ni sola sino has de Jesús la amistad que permita el milagro en tu vida. Oremos: Gracias Jesús porque tu amistad me ha hecho bien. No te cambió por nada y gracias por los amigos que me permitieron crecer, me hicieron más humano, más sencible a tus cosas. Te ruego que ninguno de mis amigos y amigas se pierda. En tu nombre, amén. Efesios 6,16 El escudo de la fe El escudo romano estaba hecho de madera y cubierto con cuero y algunas veces metal. Había dos clase de escudo, el pequeño redondo y el que era en forma cuadrada que parecía una puerta. Esos escudos estaban diseñados para ser empapados en agua, lo que le permitía soportar las violentas flechas de un enemigo. Lo que tenía que hacer el soldado era arrodillarse y sostener el escudo sobre él y estaría protegido. Así es como opera nuestra fe. Cuando llegan esos pensamientos indeseados, nuestra fe los apaga. Su fe es poderosa en la línea de defensa. ¡No la pierda! La fe debe funcionaren todas las áreas de nuestra vida. Debe confiar en Dios en toda circunstancia. Entre más fuerte sea su fe más confianza tendrá en lo que Dios va a hacer. Confíe en Dios que le librará, le sanará, le defenderá, le proverá, porque sobretodo le amará a causa de su propia fidelidad. Oremos: dios de la vida y sustento nuestro. Que las batallas en las que estemos tú siempre seas nuestro escudo. Mi fe está en tu amor y misericordia. Libramos en nuestras batallas con tu mano poderosa. escudo eres y fuerza, en tiempos de necesidad. En el nombre de Jesús, amén. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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