"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
18Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. 19Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. 20Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 21Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: 22sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, 23y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios. [1]
Hay palabras que convencen pero no necesariamente están llenas de sabiduría. La única manera de hallar sabiduría es humillarse bajo la poderosa mano de Dios. ¿Quién dijo que tener títulos académicos te hace sabio? Estarán llenos de conocimiento pero no de sabiduría. En Proverbios dice que el necio se hace sabio en su propia opinión. La enseñanza de este mundo es alcanzar el primer lugar y el modelo de Jesús es servir es mejor. Cuando nos exaltamos por nuestras propias fuerzas, por nuestros propios conocimientos solo obtenemos lugares creados por nosotros mismos. Cualquier circunstancia derrumba nuestro propio lugar creado. Sin embargo, la formación del verdadero carácter, tiene lugar en los valles, en los desiertos, en los momentos de aflicción, los momentos difíciles, como dice la Palabra son para ver qué hay en el corazón. Las pruebas nos hacen ver el suelo de cerca y luego de pasarlas nos hacen experimentar el cielo de cerca. No podemos disfrutar la altura sino sabemos la realidad del suelo. No tenemos que vivir cuarenta años en el desierto pero viviremos tiempos duros, apretados, que nos harán valorar la vida. La prueba forja carácter y sirve para que Dios conozca tu corazón. Nadie se gloríe en hombre o mujer alguna. Todo es de Dios y tarde que temprano la sabiduría de Dios no puede ser comprendida por la racionalidad humana. Seamos honestos con la realidad, nuestra mente es finita y en ello ya podemos ser insensatos en cualquier momento. No olvidemos a Dios en medio de nuestros días para que nuestros días no sean tan desiertos. Oremos: Dios bueno. Tu misericordia está del lado del humilde, sencillo, del necesitado y de quien clama. Por eso, ahora, que la necesidad, la angustia, la adversidad, y toda situación adversa parece anunciar calamidad, te digo, eres mi Dios y no me avergüenzo de decirlo. Eres mi Dios y seguirás siéndolo. Nuestro conocimiento viene de ti. Aunque digan que somos ignorantes y que nuestro camino es incierto yo me sostengo en creer y seguir mirando lo que no veo. Mi fe está en ti y si algo de conocimiento tengo te lo debo a ti. En el nombre de Jesús, te pido que nos sigas ilustrando de la mejor manera en la vida para no ser necios. Amén. [1] Reina Valera Revisada (1960). (1998). (1 Co 3.18–23). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
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Colosenses 2.8 “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos de este mundo, y no según Cristo”.
Creo que hay mucho pensador en este tiempo. La advertencia en la Palabra es real. Es una situación en la que hay que estar muy atentos que no nos secuestren nuestra manera de pensar. Hay por ahí dos o tres saqueadores con espíritu de piratas del caribe pretendiendo engañar. Una filosofía sin razón solo un engaño. Aquello que está hueco para qué discutirlo. Promover discusiones estériles en nuestra vida es perder la vida. Lo que nosotros hemos alcanzado no se obtiene con meros pensamientos filosóficos. Nosotros hemos experimentado el ministerio de la revelación de Cristo. Nuestros criterios de vida no se sostienen en la filosofía sino en el fundamento de la praxis de Cristo. ¿Quién nos puede enseñar a vivir sino aquel que nos dio vida? El problema no es la filosofía sino la arrogancia de dos o tres que piensan que son fuente de sabiduría. Yo no tengo un Cristo según mis pensamientos sino mis pensamientos según Cristo. Vivir amoldando a Dios a este mundo provoca que construyamos nuestros propios dioses. Son filosofías humanas que justifican sus propias conductas. Al fin y al cabo no existen tales dioses que construyen quienes filosofan en su propia tradición. Nuestra enseñanza es según Cristo. No dejen que pensamientos efímeros sacudan su fe y les mueva a otra manera de pensar pues de lo contrario se sostuvieron bajo su propia sabiduría pero jamás sobre el fundamento de Cristo. Una filosofía humana no puede ser superior a la revelación de Dios en Jesús. Oremos: Dios de toda sabiduría. Muestra cada día la misericordia de tu amor a quienes todavía no la tienen. Ciertamente necesitamos de ti. Ayudanos a ser creyentes sustentados en ti y no en los pensamientos de quienes se sientan más sabios. Tú das sabiduría a quien la pida. Danos sabiduría y ayudanos a mentenernos firme ante todo viento superficial. En este tiempo de increencia sustentanos con tu mano. Creemos y no tenemos duda de tu gran amor. En Cristo Jesús, amen. Caminar es uno de los principios del ser humano. Caminar los valles, las montañas, los desiertos, etc. Todos símbolos de un caminar difícil pero no imposible. Volvemos sobre el desierto. Dios tiene un plan y se cumplirá. El desierto no puede sobrellevarse con mi propio plan sino con el plan de Dios. No le preguntes a nadie sobre la manera en que lo atravesarás sino a Dios. La Palabra dice: “cuando pases por las aguas yo estaré contigo, si por el fuego yo estaré allí, etc. No importa por lo que estés pasando Dios está contigo. Si Dios no está a nuestro lado perdemos la vida. Las horas más oscuras revelan la majestad de nuestro Salvador.
Cuando llevamos a Dios con nosotros no tropezamos. Él libra nuestros pies del lazo del cazador. Todo lo que hagas sin Dios no prosperará solo podrás realizarlo pero no prospera. Esas son las cosas que se ven que salen bien pero en realidad es una imagen efímera. No creas que lo sabes todo. Llevar una vida sin Dios es haber caminado sin abrigo. Deja el orgullo a un lado y permite que Dios te ayude. No olvides que el orgullo precede a la caída. En tiempos en los que se pierde la cordura y la desesperación se quiere enseñorear es mejor caminar con Dios. Cualquier situación puede causar la perdida de sueño y el deseo de vivir pero Dios solo te sostendrá cuando ya no puedas más. Dios te dará paz y su abrazo será el mejor consejo para tu corazón. Oremos: Dios bueno. Dios de infinita misericordia. Ante ti está mi vida. Ante ti están mis caminos. Ve conmigo y ayúdame a seguir. Tu plan siempre es mejor que el mío. Mi vida en ti será más hermosa cada día. En el nombre de Jesús, amén. Si Dios te entrega algo no lo dudes y ¡tómalo!
Eran doce espías y les tocó salir, en misión, a ver la tierra que Dios le había entregado. (Deuteronomio 1.19-33) La marcha que muchas veces nos toca en la vida inicia en el mismo desierto. Dios les hace ver que no importa lo grande o inhóspito del desierto solo él los puede llevar y les puede sacar de ese desierto. Los desiertos de nuestra vida solo nos recuerdan la manera extraordinaria en que Dios nos ha librado de ellos. Dios te ha entregado una bendición “no temas ni desmayes”. Toma posesión de ella. ¿Sabe que muchos no quisieron lo que Dios les ofrecía? Es que lamentablemente queremos que Dios nos de las cosas sin hacer un esfuerzo. Hay gente que Dios les ha dado una promesa y no la toman porque se les hace difícil hacer un esfuerzo. Si Dios te da el monte del Amorreo ese es el monte. ¿Por qué no lo tomas? NO pienses que si Dios te prometió algo te dejará solo o no alcanzarás tu sueño. Ya Dios ve la victoria y solo quiere que tú la veas. ¡No sigas con excusas! Así decía el pueblo: 1. ¿A dónde subiremos? 2. Tenemos temor 3. Este pueblo es más alto que nosotros 4. Las ciudades son altas 5. Las murallas llegan hasta los cielos Dios te dice: “no tengas miedo” a lo que ves. Dios va al frente tuyo, él peleará por ti. Si te llevó por el desierto te pasea por el monte. El Dios que te sacó del desierto es el mismo que te bendice con el monte. No temas a lo que Dios te ha dicho sino ve tras ello. Si Dios te dijo que estaría contigo, créeme que estará contigo. No olvides que si Dios te prometió algo te lo dará. Esfuérzate por caminar en obediencia a la voz de Dios y no habrá monte que no puedas caminar y desierto que no puedas cruzar. Oremos: Dios de la vida. Grande es tu amor y tu misericordia. Confiamos en medio de todo aunque no veamos. Caminamos porque creemos y creemos porque para ti no hay nada imposible. Iré al desierto y lo cruzaré, llegaré al monte y lo poseeré, simplemente porque tú estás de mi lado. En el nombre de Jesús, amén. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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