"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Marcos 2.1-13
Este relato es el de cuatro amigos que llevan a un paralitico ante Jesús. Por la fe de estos cuatro amigos Jesús perdona al paralítico sus pecados. La confianza de estos cuatro amigos estaba en Jesús. Ellos llevaban al paralitico para que Jesús lo sanara no para que lo perdonara. ¿Qué es lo que nos importa más? ¿Que nos sane o que nos perdone? La parálisis muchas veces tiene que ver con miedo, dice A. Grum. Cuando el pecado está en nuestra vida nuestros enfoque no son claros. Hay problemas en las metas, en la visión de vida. Hay quienes tienen parálisis que les aíslan de los demás. Nuestro corazón debe siempre apuntar a la reconciliación porque nuestra fragilidad es grande. ¿Estás dispuesto a revisar tu modo de vivir? ¿No crees que sigues paralítico porque solo haces lo que quieres? Cuando nuestra visión como persona es sanada podemos enfocarnos en los síntomas. Jesús perdona su culpa (pecado) luego esa misma palabra sanadora se extiende a su cuerpo. "Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa". Ya no tiene que presentarse ante los demás paralizado porque está en pie no por él sino por Jesús. ¿Qué es lo que nos paraliza, nos enferma, nos deprime? No somos perfectos y cuando nos miramos y permitimos que Jesús nos hable nos levantamos y llegamos a su presencia reconociendo que si caminamos, respiramos, corremos, hablamos, miramos, se lo debemos a él. ¿Cómo vas a seguir tu camino? ¿Seguirás en la camilla o caminarás en el nombre de Jesús? "Levántate, toma tu lecho y vete" porque cuando Jesús nos habla hay sanación en nuestros enfoques y en nuestras vidas físicas. Oremos: Dios, cuantas veces, me olvido que si camino, veo, hablo, oigo es porque tú lo permites. Hay temores que pongo a tus pies porque no son más grande que tú. Sé que tu mirada trasciende mis propios conceptos por eso te pido que no los consideres porque estoy seguro que bendices mi vida mucho más abundantemente. En el nombre de Jesús, amén.
0 Comments
"Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, Que no se mueve, sino que permanece para siempre". (Salmo 125.1)
Nuestras victorias, no dependen de grandes ejércitos, mucho menos de arsenales de armas. El elemento esencial en nuestra batalla diaria es la confianza. La imagen de la montaña o monte remite a la estabilidad sobre la tierra. En el que confía se apoya en Dios, se sostiene en él y ese caminar se hace en confianza. Dios es tu defensor y quien afirma tus pasos. Si los montes permanecen, mas permanece Dios que los creó. Confiar en Dios es dejarse abrazar por su misericordia y caminar creyendo. Oremos: Dios, los montes representan ese acompañamiento constante de tu presencia. Hoy confío y creo en que me darás la victoria. En el nombre de Jesús, amén. Mis ilusiones[1]
Basado en el libro de Anselm Grum Lucas 14.28-30 En este tiempo compararnos con otras personas trae sus secuelas. La gente quiere ser como los demás pero no se atreve ser ellos/ellas mismas. El problema radica o que tienen una imagen exagerada de sí mismos/as o que la misma es pequeña. Frecuentemente somos engañados porque no somos lo suficientemente con ser nosotros mismos. Aquí se aplica el mito griego de Procusto, el asaltante de los caminos, quien comprimía a los transeúntes en su cama. Cuenta el mito, que él (Procusto), estiraba a los humanos que conseguía reducir, mientras a los grandes le estiraba los miembros. Ambos sucumbían en el proceso. Es como si frecuentemente estuviéramos en una "Cama de Procusto", que bien es grande o pequeña. No nos engañemos más. Antes de construir una torre el Señor nos muestra en la parábola que debemos calcular primero. No sea que comience a construir y no culmine la construcción. Esa construcción de la torre revelará quiénes somos y seremos. Vea que muchos en este tiempo de navidad harán de "tripas corazones" para alcanzar sus ilusiones. Construirán torres que no podrán concluir y vivirán en angustias constantes. Necesitamos evaluar lo que necesitamos. En la parábola la torre tiene el fin de revelar mis prioridades, mis deberes, mis formas de hacer las cosas en la vida, etc. Esa torre es la representación de su autodesarrollo. No hagas nada, en este tiempos de compra, que deje a mitad tu torre. Por alta que la quieras hacer no olvides que tiene su fundamento en la tierra. Utilicemos bien los recursos que el Señor ha colocado en nuestras manos. No te compares con nadie, ni produscas imágenes incorrectas de tu realidad. Mirar la torre de otro es tentador y puede distorcionar la realidad del material que tengo en mis manos. Tu torre no tiene que ser grande ni pequeña ante tu realidad sino la torre que muestra tu esencia. Oremos: Dios de la vida. Quien quiere construir sin el compromiso serio de su realidad termina maltrecho. Quien mira a los demás para construir termina destruido porque vive el sueño de los demás y no el suyo. Guíanos con discernimiento para construir nuestra propia torre. Ayúdanos a no caer en la tentación de crear imágenes inadecuadas de nuestra realidad. Puerto Rico vive el mito de Procusto y solo necesitamos comprar y usar el material necesario para construir nuestra propia torre. En este tiempo de tantas compras, sin dinero, solo con tarjetas, con préstamos, permite que compremos lo que nuestra realidad puede. Que este periodo, próximo, sea uno en el que los regalos no se conviertan en nuestra ilusión endeudada. Nuestra mayor problemática es creernos que debemos dar más cuando no podemos. Tú eres Dios que guía y sostienes. Danos la capacidad para enfrentar nuestras propias realidades con sabiduría. En el nombre de Jesús, amén. [1] Grum, Anselm. Jesús como terapeuta, el poder sanador de las parábolas. Argentina: Agape-Bonum-Guadalupe-San Pablo, 2014. Eclesiastés 3.15 "Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó".
El tiempo es un bien precioso pero limitado. Es un don de Dios para la humanidad. Debemos, incluso ser mayordomos del tiempo. ¿En que estás enfocado/a? ¿En lo que ya fue; en lo que ha de ser? ¿Sabes que no podemos vivir de nuestro pasado? Nuestro ayer nos puede paralizar. La promesa de Dios es que Dios restaura lo que pasó. ¿Lo oíste bien? RESTAURA LO QUE PASÓ... Permítele a Dios transformar lo que no te deja ser feliz, lo que no te deja tener relaciones sociales, eclesiásticas, familiares, etc. Todo lo que se acerca a Jesús tiene un proceso de restauración. No dejes de creer que Dios restaura lo que pasó porque así será. Oremos: Dios que diriges cada día. Dios que sabes lo que pasó, lo que es y lo que será, en tus manos están nuestros tiempos. Confía porque Dios restaura. En el nombre de Jesús, amén. No todos seguimos a Jesús de la misma manera. Pero quien camina tras de él no puede eliminar lo fundamental. Jesús es el camino preciso que nos lleva a Dios. Quien nos ha contado todo lo del Padre, que nadie ha visto (Juan 1.18). Dios no es una ideas abstracta, no es una palabra vacía, algo bonito o admirable; para nosotros, Jesús es el "Rostro humano de Dios". Quien ve a Jesús ve al Padre (Juan 14.9). Nuestra acción debe tener rostro, pues Dios actúa como nuestro mejor ejemplo en Jesús. Cuando hacemos algo, debemos mostrar nuestro rostro porque esa es la manera en que encarnamos lo que somos. Cuando actúes en la vida no escondas tu rostro.
Oremos: ¡Gracias! Dios que se revela en Jesús. Conociéndote a ti, Jesús, conocemos al Padre y ello nos hace afirmar la manera hermosa en que nos buscas y te acercas a nuestras vidas. Cuando las cosas no funcionan nos acoges, nos perdonas y levantas cuando nos ves en el suelo. Dios, tu rostro humano, Jesús, es la razón para seguir caminando, para seguir viviendo. Guíame siempre, en lo que hago, para que mis acciones tengan sentido y rostro. En el nombre de Jesús, amén. "Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para todos los que te invocan". Salmo 86.5
La bondad de Dios es sobre tu vida hoy. Tienes un día hermoso ¿por qué no lo disfrutas? Ya su amor se revela en que hayas podido despertar. No importa la condición en la que te encuentres, para ti hay perdón. Su grandeza se remite a su misericordia. Invoca a Dios porque hay en él bondad, perdón y misericordia. La experiencia de conocer a Dios nos permite hablarle. Oremos: ¡Gracias! Dios y Señor que creas sin cesar. Tú que perdonas, perdónanos para vivir en la esperanza de tu misericordia. Eres bueno y perdonador por ello confío mis días a tu misericordia. En el nombre de Jesús, amén. La Fe
Por mucho tiempo escuché, de muchos creyentes, que era innecesario ir al médico porque Dios es el que sana. Así que reducían su condición a lo que Dios pudiera hacer con ellos, pero ellos no hacían nada. Para ellos, la Fe era un asunto de magia divina. Por otro lado están los que entienden que Dios nada tiene que ver con sus dolencias y para eso está la ciencia. También reducen el poder de Dios al "más allá", a la "otra vida". En ambos casos hay Fe. La fe no es del más allá y tampoco es un asunto mágico. La fe ayuda a vivir con confianza, da sentido, arroja luz, para sobrellevar cada situación, por difícil que sea, con esperanza. Dios, en acción presencial, nos dice "No temas, yo estoy contigo". Ese (estar con nosotros/as) hace posible la esperanza en situaciones que no parecen haber ninguna razón para ella. Es por ello, que podemos llegar al hospital y si quien está es cristiano, sabrás que termina dando consejos y orando por quien llegó a visitarle. No es un asunto de "señales de Dios" sino de saber que Dios está con nosotros. Entonces, la fe no se reduce a si Dios está más allá de las estrellas o si hay un acto mágico en mi enfermedad sino a su presencia en mi diario vivir. ¿Cómo es tu fe? Oremos: ¡Gracias! Dios bueno y misericordioso. Tu amor por mi es más dulce que la miel. Tu misericordia es nueva cada día. Mi fe no se fundamenta en lo que puedas hacer por mi (si me sanas o no me sanas) sino en lo que hiciste enviando a tu hijo, Jesucristo. Sé que estás mis procesos porque tengo como deseo constante que estés en primer lugar para todo lo que hago. En el nombre de Jesús, amén.
Zacarías 4:6 "Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos."
Cada día es una nueva batalla y cada batalla implica un enfrentamiento. Lo que debe estar claro no es la inmensidad de la batalla sino la manera en la que vamos a enfrentarla. Entienda ud que las batallas de los creyentes se luchan en la intimidad con Dios. Dios guía a su pueblo con sabiduría, le da discernimiento, le hace entender que cuando las cosas no marchan como deben ser, entonces él se encarga. No necesitas un ejército que haga fuerza, sino el Paracleto, que es quien guía a toda verdad. No te detengas, porque cuando Dios guía nuestras vidas nuestras batallas culminan en victoria. Nuestros triunfos no son nuestros sino de Dios. A él toda la gloria. Oremos: Gracias!!!! Cada mañana celebro la vida contigo Señor, Jesús, y me fortalezco en la confianza de tu presencia. En que sostienes y diriges. Toma cada situación en tu regazo y ampara nuestro diario vivir. En tu nombre, amén. El Dios nuestro de cada día[1]
Salmo 42.2 "Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo ..." Así es, como el pan, como el agua, como el aire que respiramos. Dios no puede reducirse a realidad extraordinaria ajena al curso de los días que constituyen nuestra vida (Velasco 2012). ¿Quién olvida algo tan obvio? ¿Quién ignora? Dios no puede ser en nuestras vidas mera religiosidad sino nuestro alimento diario. Cuando nuestra vida cotidiana no cuenta con Dios nos hemos resignado a vivir sin lo necesario. La oración, el culto, el ayuno, no son el fin en sí mismo sino la catapulta que viabiliza y facilita que Dios acompañe la vida diaria. La presencia de Dios en nuestras vidas, de manera diaria, es historia de Salvación. Oremos: Dios y Señor de mi vida. ¡Gracias! Mi necesidad de ti hace que seas el Dios mío de cada día. Eres necesario para mi caminar, pues sin ti mi camino no tiene sentido. Si estás conmigo mi vida deja de reducirte a mera religiosidad. En el nombre de Jesús, amén. [1] Del libro de: Juan Martín Velasco ¡Ojalá Escuchéis hoy su voz! |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|