"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
" Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe". 1 Corintios 13. 1
Aquí hay una oración condicionada y que plantea el primer problema que el apóstol Pablo discute con la Iglesia en Corintios. Sus acciones no son el problema sino ellos mismos. Fíjense que "hablan lenguas humanas y angelicales, pero no tienen amor". No se evidencia lo que dicen tener en sus expresiones. No se está colocando en juego lo espiritual y el amor sino la manera en que esto se contradice con la vida misma. El cuestionamiento del apóstol no es espiritual sino testimonial. ¿De qué sirve decir que hasta lenguaje misterioso o angelical tengo sino tengo amor? La evidencia de mi espiritualidad es el amor. Por lo tanto, sino tengo amor, vengo a ser como metal o címbalo hueco, vacío. Si mi vida espiritual no revela el amor de Dios soy como ese metal y ese címbalo, es decir, puro sonido sin sentido. Quien habla como el más sabio de los humanos o el más espiritual como los ángeles pero no edifica la iglesia es amor está vacío. Los discursos intelectuales son nada y en la misma postura los misteriosos (angelicales) porque lo incomprensible por la iglesia es un sonido que no edifica. ¿Cómo estás viviendo el amor que dices tener? Oremos: Dios y Padre de la vida. ¿Qué sería de mi si no me hubieras alcanzado? ¿Cómo estaría yo? Tu amor no se limitó a una expresión distante sino que encarnó en tu hijo, Jesús, mi Salvador, para que tu mensaje jamás fuese vacío. Que nuestra vida, como cristianos, evidencie nuestra espiritualidad en el amor al otro/otra. En el nombre de Jesús, amén.
0 Comments
1 Corintios 3.18-20"Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios..., ... el Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos".
Durante los últimos tiempos la ciencia ha tomado un auge vertiginoso. NO cabe duda que cada avance facilita la capacidad de comunicación, las comodidad, etc., para el ser humano. Ya no son televisores anchos, sino en pantalla plana y 3D, se pueden grabar programaciones y entrar al internet; los celulares ya contienen cientos de aplicaciones que permiten, incluso, que nos veamos no importa dónde estemos; las cuentas y toda deuda se puede pagar sin ir al banco; los vehículos contienen televisores, y te puedes conectar a cualquier Wifi no importa en qué parte del mundo estés. Dios ha permitido todo ello porque es la capacidad que le ha dado al ser humano. Lo que no podemos olvidar es que la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios. Lo anterior mencionado parece sabiduría. Vean la advertencia, "nadie se engañe a sí mismo". NO estemos siguiendo simples hombres. Esos que se creen dueños de una parcela. Hay quienes piensan en buscar la "sofía"(conocimiento), y con ello están destruyendo la iglesia en vez de edificarla, están engañándose a sí mismos. Ese camino, no es de Dios, se engañan y engañan en un paso a la destrucción. El camino a Dios es la verdadera sabiduría y apartarse de ella para encontrarla afuera es dar pasos a la insensatez. El problema es cuando se creen sabios en este siglo. Esa actitud enferma a la iglesia. Esos que se creen que la sabiduría es su máxima expresión se han olvidado del Dios de la sabiduría. Me parece que están adorando otra cosa, pero no a Dios. Para el apóstol Pablo esa sabiduría es solo de este siglo y su llamado en Romanos 12 es a renovarlo no a estancarlo. Podemos cambiar sin dejar de ser lo que somos. En la cruz y la resurrección de Cristo, Dios ha "entontecido" la sabiduría", G. Fee. Es por ello que todo está al revés. Toda ciencia es nada ante la sabiduría de Dios. No nos equivoquemos en los atractivos de quienes abandonan a Dios para empotrarse en sus propios conocimientos. No olvidemos que la sabiduría de Dios, a fin de cuenta, es la que importa. Oremos: Dios y padre de toda sabiduría. Perdona nuestra arrogancia sapiencial. Tú y solo tú eres Dios. Ningún mortal puede atribuirse capacidades que solo te corresponden a ti. Si es que sabemos algo, te lo debemos a ti y si algo hemos hecho te lo debemos a ti. Si lo que hagamos destruye la iglesia no es tuyo. Ayúdanos a discernir qué es tuyo, en este tiempo, y en el venidero para que nuestros pensamientos no sean vanos. En el nombre de Jesús, amén. "Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre". (Marcos 7.15)
Esta expresión no es solo para los banquetes. NO se trata de lo que es impuro o puro, como los judíos en cuanto a alimentos. La problemática que tenemos a nuestro alrededor no dicta lo que yo soy. Las ideas, pensamientos, etc., de otros, pueden influenciar mucho. Usted determina qué realmente le mancha. Todo lo externo podemos enfrentarlo aunque influya en nuestros pensamientos. Lo que te hace impuro es aquello que sale de ti mismo/a. En ocasiones la impulsividad, la ira, los corajes, revelan lo que somos por dentro. NO digas nada de lo que luego te tengas que arrepentir. Si contaminas con expresiones que salen de ti a quien amas no pretendas que ese amor sea puro. Nunca ofendas a quien dices que amas. NO hay peor cosa, que salga de nosotros, que aquella que lastima, hiere, subestima, maltrata, a quien amamos. La relación que se lastima con palabras, sigue despreciando, ofendiendo, faltando el respeto, porque jamás amó desde el interior. ¿Cómo son tus palabras? ¿Qué sale de tu boca? Oremos: Dios y Padre que llevas nuestras vidas de victoria en victoria. Nuestras vidas son vulnerable a pensamientos, palabras, presiones que pueden causarnos daño. Es por ello que acudir a ti es nuestra primera respuesta sanadora. Que mires mi interior y nos limpies me llevará a ser más como tú. Que con lo que soy por dentro jamás ofenda a quien amo. En tu nombre, Jesús, amén. El perdón que se origina en el amor trasciende fronteras. El evangelio de Lucas, relata la manera en que Jesús perdonó pecadores de toda clase y allí en la cruz pide a Dios perdón por quienes le estaban quitando la vida. Dios es perdonador. El apóstol Pedro con cuidados y cálculos pregunta cuántas veces debía perdonar. El evangelio de Mateo tiene la respuesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete". Es el perdón el vehículo que rehabilita toda relación. Procuremos el perdón porque afirma lo que llevamos por dentro. Son muchas los matrimonios, que no se dan otra oportunidad porque simplemente, se les olvidó, que cuando somos infieles contigo, como Dios, tú te mantienes fiel. Otras relaciones de hermanos/as que no pueden verse, ni se hablan porque enfocan sus miradas en lo simple y se les olvida que si de traición, engaños, mentiras, odio, etc., se trata, tú eres experto y como quiera perdonas. Padres/Madres vs Hijos/Hijas que no se hablan, llevan años sin comunicarse, sin decirse cuánto les extrañan, porque simplemente ocurrió algo que piensas que es imperdonable. ¡Oye! ningún error es tan grande como para no perdonar. No sigamos, disque viviendo, porque quien tiene esas relaciones rotas, no vive, en la misma posición por orgullo, por rebeldía, por coraje, porque piensas que los demás no merecen oportunidades. NO olvides que eres un simple mortal. Es decir, el tiempo avanza y ese sí que no perdona. Agiliza tu vida y vive para perdonar y camina para amar. Por último, hay quienes piensan que Dios no les perdonará. NO digas eso, porque Dios ya está esperando que llegues. Su amor está vinculado al perdón y su perdón a la espera porque el amor todo lo puede.
¿A quién le debes un perdón? ¿Te atreves? No te preocupes por el resultado. Tú harás tu parte y Dios compensará tu acción. NO esperes a que sea tarde para abrir tu corazón porque luego el cargo de conciencia será tu mayor aguijón. Quien perdona y pide perdón experimentan la vida. Perdonar y Pedir perdón es morir para resucitar a una nueva relación. Oremos: Dios perdonador, de amor y victoria. Es difícil perdonar. Tú, sabes, que es difícil perdonar, pero cuando pienso en lo que has hecho por mí no me tiembla el pulso para vivir el perdón. Jesús, Dios y Señor de la vida vivir tu ejemplo es mi mayor desafío. En el nombre de Jesús, lo haré. Amén. "El amor nunca deja de ser...", 1 Cor 13.8 Basado en el libro de Marko I. Rupnik, En el fuego de la zarza ardiente... Porque aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo". 2 Corintios 10.3-5
Dios te ha dado las armas para derribar fortalezas. Tanto las fortalezas internas como las externas. En la batalla se declara y no solo se medita. Ya escuchamos que el campo de batalla es la mente y si es así tengamos en cuenta que los dardos del enemigo están ahí. Si la palabra de Dios está en tu mente, debes declararla en el nombre de Jesús. Si al mirar la batalla ves la derrota ya tu mente ha sido cautivada. Es por ello que declarar la Palabra que Dios ha puesto en nuestra mente repercutirá en un "pensamiento que se somete a la obediencia a Cristo". No olvide que la Palabra de Jesús es mayor que la palabra del enemigo. Si Dios te ha dotado de herramientas para la batalla es porque con ellas saldrás airoso/a. Es tiempo de vencer en medio de la batalla, destruye, derriba, y lleva cautivo todo a la obediencia a Cristo. Oremos: Dios, gracias por un nuevo día. Es la razón por la que proclamo, en tu nombre que mi batalla es solo la experiencia que fortalece mi fe. Sé que cada día trae sus propios afanes, pero también sé que cada día anuncia tu misericordia. Tú eres poderoso para llevarme a la victoria. No importa cómo se llame, mi batalla, si es enfermedad física, emocional, espiritual, todas esas fortalezas quedan destruidas, derribadas y cautivas a la obediencia a Cristo. En el Nombre que es sobre todo nombre. Amén. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|